Contra-tiempo pte.30 / Runa

 - Ru… Ru.. ¿Runa? – Sólo su nombre atiné a tartamudear.

Me sentí aplastado por su sola presencia. No lo puedo explicar, pero era como un niño de 5 o 6 años enamorado de su maestra; y no hacía ni 3 minutos que la veía por primera vez. Estaba rodeada de una energía especial, pero no al estilo angelical, sino más bien intimidante. En su corta estatura sostenía una imagen imponente que la hacía ver superior al resto. Nicolás solía decir que su maldad no la dejaba crecer. Dudo mucho que tuviera tal maldad, pero entendí todas las historias que mi primo contaba acerca de sus fetiches, su morbo y su irresistible personalidad.

- Jajajaja… Ru, para los más íntimos.- Respondió acariciando mi rostro y deteniéndose un momento en el lóbulo de mi oreja izquierda, lo presionó suavemente, jugó con él y luego me dio la espalda para mirar a mi primo.

- Hechas las presentaciones, me gustaría que tomes un café con nosotros. ¿Tienes tiempo? – Dijo mi primo regalándole a su invitada su mejor sonrisa.

- Tratándose de vos, tengo todo el tiempo del mundo.- Respondió ella caminando hacia Nicolás y besándolo apasionadamente. Él respondió posando su mano justo en la base de la región lumbar. Casi sentí envidia o celos de mi primo.

- Ambos sabemos que no es esto para lo que volví. Por favor, bonita, tomemos un café y hablemos.- Dijo mi primo con toda calma.

Ella, de mala gana y casi como mostrándose caprichosa, se sentó a mi izquierda en el mismo sillón que mi primo ocupara minutos antes de ser interrumpidos. Nicolás sirvió una tercera taza de café y ocupó el sillón a mi derecha.

- Me pediste que viniera y aquí estoy. Pasó mucho tiempo desde que te fuiste, ¿sabés? Y yo te extrañé. Cumplí mi promesa de hacerme cargo de esta casa y de seguir al pie de la letra cada instrucción que me dabas. Por eso creí que me llamarías para agradecerme como corresponde, es decir, que estaríamos solos, pero lo primero que veo es a Agustín – Dijo Runa en tono de reproche. Se giró un instante hacia mí y continuó. – Nada personal, peque, esto es con tu primo.-

- Calma, bonita. Habíamos quedado sólo como amigos, la pasamos bien juntos, pero lo nuestro como pareja ya terminó y creo que estos berrinches están de más.- Intervino Nicolás justo antes de que ella continuara.

Runa se cruzó de brazos, se hundió un poco más en el sillón, frunció el entrecejo y miró al vacío. Poderosa, inteligente, capaz de hablar varios idiomas (incluso latín) y en ese instante, frente a Nicolás, no era más que la imagen de una nena mimada e inocente. Según mi primo, ella suele afirmar que nunca nadie le dijo que no, salvo él.

Nicolás habló por casi 2 horas, explicando que ella había sido muy amable al aceptar la tarea de hacer que la casa pareciera habitada y al cumplir con las instrucciones que él le impartía a distancia, manifestó estar muy agradecido y le entregó un sobre con un cheque que (a juzgar por la expresión de Runa) parecía tener muchos dígitos. Luego de la paternal exposición, mi primo le pidió que se olvidara de él, que se alejara y borrara cada rastro que pudiera probar que alguna vez lo conoció… que no lo nombrara, siquiera.

Finalmente, mi primo se puso de pie, caminó hasta donde estaba Runa, tomó su mentón con su mano derecha y la besó como si bebiera de su boca. Incluso sin ver con claridad su rostro, sé que ella se entregó en ese beso, se notaba. Sus labios se separaron, ella inspiró hondo intentando recuperar el aliento, abrió los ojos, se hundió en la mirada de Nicolás y le propinó la bofetada más violenta que haya visto. “Dolorosa”, esa es la palabra; no obstante era más que evidente que a ella le dolió mucho más que a él.

Runa se puso de pie, me volvió a dar un beso sumamente sensual, caminó hacia la puerta de salida y, antes de atravesarla, se volvió hacia Nicolás, devoró sus labios por última vez y desapareció detrás de la pesada abertura de madera sin pronunciar ni una palabra.

- Jamás la vi tan callada. Espero que, llegado el momento, me entienda.-

- ¿Por qué lo hiciste, Nic? ¿Por qué la alejaste?

- Estamos en la mira de muchísimos colegas, Agus, y eso significa que ella también está en peligro si la relacionan conmigo. Lo mejor es la distancia. Además, ella ya se confundió demasiado conmigo y no me parece justo. Supongo que ahora se irá de la ciudad por algún tiempo, irá a lo de sus padres, ellos la van a contener y a mimar como a cualquier hija única, y para cuando caiga su última lágrima, nosotros ya habremos terminado. Esto ya está resuelto primo.-

- ¿Y luego qué?... ¿La volverás a buscar?

- ¿Por qué te preocupa tanto, primo? Y no, no volveré por ella. Yo amo a Noelia y no tengo intenciones de volver a jugar con esta nena caprichosa.-

- Entiendo. Y no es que me importe, primo, pero acabo de conocer a Runa y es increíble, una mujer que hace temblar TODO a su paso. Ni todas las chicas juntas con las que estuvimos en estos últimos años podrían compararse con ella. Su sola presencia me desarmó, no pude pronunciar palabra y los dos sabemos que yo no soy así… [suspiro] En fin, supongo que me cuesta creer que cambies todo lo que puedes tener por una chica que eligió ignorarte y que probablemente ahora no recuerde ni tu nombre, que cambies a Runa por Noe.-

- ¿Podemos volver a lo nuestro, primo? Hay mucho que hacer, y será mejor que empecemos por la carpeta verde, quiero saber cuántos colegas activos hay en la zona.-

Finalmente Nicolás me revelaba el contenido de la carpeta verde, pero lo cierto es que en mi cabeza seguía pensando en Runa.

La conocí por unas horas, arrasó con mis ideas como un torbellino y en los escombros del tiempo ya no es más que un nombre, un bello nombre. Runa.

1 comentario:

  1. Nacho, me encantó la historia. Gracias por recomendarmela. Lo voy a leer más seguido para ver cómo sigue!
    Un saludo!

    ResponderEliminar