Cuando los cambios son profundos y bruscos, nos cuesta más
ajustarnos. Así, si el clima cambia, simplemente nos abrigamos o nos
desabrigamos, dependiendo de la profundidad de la variación climática, puede costarnos más o
menos dicha reacción; mientras que, si alguien cercano a nosotros muriera, nos tomaría
semanas, meses o años adaptarnos a la vida sin esa persona. Pero tarde o
temprano lo hacemos, porque está en nosotros el deseo de vivir, cambiar,
adecuarnos y seguir viviendo. Está en nosotros sobrevivir, adaptarnos para
sobrevivir.
Franco era un as bajo la manga, era la mano amiga que nos
ayudaría a resolver este rompecabezas. Murió. Todo cambió para nosotros, pues
su muerte nos puso en un nuevo escenario, en una posición que no esperábamos
tener. Un cambio impredecible, una adaptación inevitable.
- ¿Qué sucedió? ¿Cómo
lo sabes? ¿Quién te lo dijo y cómo es que no pronunciaste más palabras que un “¿si?”? – Mi primo seguía parado en
el mismo lugar, apartó su mirada de la mía y comenzó a hablar dándome la
espalda.
- Era Arcángel, sólo
él conoce el número que utilizo cada vez que cambio de celular. No me dio
demasiados detalles, me dijo que fue en un hecho confuso, que la policía está
investigando y que ni siquiera él tiene idea de quién fue. Sólo sé que Franco
murió, que debemos estar atentos a eso y que ahora hay que empezar a planear
con cuidado nuestros próximos pasos. En cuanto al monosílabo, Arcángel me pidió
que nos comuniquemos así, un monosílabo para que él reconozca mi voz y para que
sepa con seguridad que puedo hablar, y ni una palabra más para que nadie sepa
con quién habla en caso de que hayan intervenido su teléfono. Sin nombres, sin
preguntas que revelen lo que sabemos y lo que no, y sin hablar de más. Rápido,
concreto y seguro.-
Me asombraba lo cuidadosos que resultaron ser mi primo y
Arcángel, cuidaban hasta el más ínfimo detalle, incluso si la pericia de la
policía local no justifica tanto cuidado.
- Primo, asegura las
ventanas y puertas, luego ve a la biblioteca y enciende la computadora que está
sobre el escritorio. Yo tengo que hacer un llamado. Te espero en el comedor
para poder analizar en detalle todo lo que está sucediendo.- La
preocupación de Nicolás por incrementar la seguridad de la casa y por mostrar
el menor movimiento posible me asustó un poco. ¿A caso estábamos en riesgo?
Las puertas y ventanas de la casa estaban perfectamente
cerradas, por lo que no hice más que asegurarme de que así fuera. Hecho esto me dirigí a la biblioteca, ese impresionante rincón de la casa tan cálido y
perfecto; al atravesar la puerta la primera imagen que uno tiene es la de un
imponente hogar a leña, recubierto en piedra, justo detrás de un semicírculo,
como una plataforma invertida, es decir, unos 3 o 4 escalones por debajo del
nivel del suelo y que sirve a la vez de sillón. El hogar y su cómodo sillón
cuyo respaldar estaba a la altura de mis zapatos, dividían a la habitación en
dos. Del lado derecho había archivero en un rincón junto a una mesa rectangular,
mediana y con seis sillas, sobre la que yacía una lámpara con cuatro focos de
encendido independiente apuntando a cada lado de la mesa; y un escritorio con
una computadora, lámpara de bronce con pantalla de acrílico, creo yo, color
verde oliva y demás detalles menos destacables, del lado izquierdo de la
biblioteca cubierta de hermosas estanterías de madera en tres de sus cuatro
paredes.
Encendí la computadora y en la pantalla se me presentaron
dos opciones, dos nombres de usuarios o sesiones tituladas: “Soy Nicolás” y “No
soy Nicolás”. Mientras pensaba en cuál de las dos debía acceder, el cursor se
movió solo y se posicionó sobre “Soy Nicolás”, una contraseña se escribió y
entonces accedió a dicha sesión, corrió un archivo ejecutable y el monitor se
veló, se puso negro. Ante esto, me surgieron 2 explicaciones, o mi primo había
accedido remotamente a la computadora de la biblioteca, o bien alguien la había
hackeado. Confié en mi primo, al fin y al cabo, sólo hice lo que él me pidió.
Cerré la puerta tras de mí y fui a reunirme con Nicolás en el comedor.
Nicolás estaba en uno de los extremos de esa larga mesa con
una laptop frente a él, había preparado café y me esperaba de pie mientras
golpeaba las teclas de su computadora. Tenía por costumbre estar siempre de pie y caminar por el lugar mientras habla, lee o piensa, es algo que, según él, le
ayuda a pensar. Me senté a su lado, me serví café y lo miré expectante,
esperaba de su parte algunas respuestas a mis numerosas preguntas.
- La muerte de Franco
me puso en alerta, es decir, si alguien supo que hablamos con él y en poco
tiempo lo asesinó, quizás su verdugo también conozca nuestra ubicación, quizás
nos estuvo siguiendo – Dijo Nicolás sin apartar su mirada del monitor de la
computadora.- Es por eso que te pedí que
tomaras todas esas precauciones, tengo cámaras colocadas en lugares
estratégicos y están todas conectadas a la computadora de la biblioteca. Por lo
que veo, no hay nadie intentando nada. En cuanto a la muerte de Franco,
haciendo averiguaciones, me han dicho que murió en una plaza, junto con otras 7
personas. Aparentemente un demente comenzó a dispararles sin razón alguna y
luego se suicidó dejando una nota.-
- Entonces, ¿no tiene
relación con nosotros? ¿No murió por habernos ayudado? -
- Yo no dije eso,
primo – Me miró fijo a los ojos y continuó:- Todas esas personas murieron de un certero disparo en la cabeza; Franco
murió de un disparo en el ojo izquierdo; todo indica que el francotirador que
lo hizo era un experto pues lo hizo desde un departamento en el noveno piso, de
noche, con mucho viento y disparando a objetivos en una plaza, donde los
obstáculos sobran; el supuesto culpable es un simple albañil; el rifle era un CheyTac
M-200 Intervention, un rifle preciso que cuenta con un cargador extraíble de 7
balas, apuesto mi cabeza a que Franco no murió ahí; el supuesto tirador se
suicidó con una Walther P88, una magnífica pistola alemana que se fabricó en
1988 y que no tuvo éxito por ser muy costosa, vale decir que no es un arma común
ni fácil de conseguir, y sólo hay una persona que consiguió y vendió esa
pistola y ese rile en este país: Arcángel, todo figura en los registros que me
facilitó - Dicho esto y ante mi gesto de sorpresa, giró sobre la mesa la
carpeta roja que Arcángel nos diera horas antes, señalando el lugar donde se
registraban ambas ventas. No había nombres.- Agus, esto significa que nos estamos acercando, significa que alguien
se sintió amenazado, significa que obligamos a alguien a tomar acción, alguien
tuvo que cambiar su modus operandi. Cambiamos las condiciones para la persona
que buscamos, y esa persona se vio obligada a adaptarse.-
No!!! Y entonces Arcángel de qué lado está?? CHAN!!!!
ResponderEliminarY la llave??????