Contra-tiempo pte.6 / Arcángel

El mundo es un gran escenario donde se desarrolla una compleja y larga obra en la que todos somos actores, desde que nacemos hasta que se nos apaga el reflector. En esta obra improvisamos todos el papel que nos toca y desarrollamos roles y personajes según lo creamos conveniente. Es en el desarrollo de esos roles que el mundo encuentra su equilibrio. En un extremo del mundo, la humana necesidad, nos da el rol de santos; mientras que en el extremo opuesto, la ambición y el egoísmo, nos convierte en crueles asesinos. Y el mundo sigue girando. Todos interpretamos nuestro papel y hasta nos vemos en la necesidad de interpretar más de un papel, así somos hijos, maestros, alumnos, padres, hermanos, amigos, amantes, empleados, jefes, sumisos, dominantes y demás, por separado o todo junto y a la vez. Supongo que mantener el equilibrio depende de que elijamos nuestro rol con cuidado y que lo interpretemos con pericia.

19 minutos antes de que mi reloj marcara las 15 horas, estábamos sentándonos en una mesa grande y rectangular, abarrotada de comida y bebida de todo tipo. Arcángel nos presentó a su esposa (una mujer hermosa, con una figura tallada, alta, de cabello oscuro, rasgos marcados y ojos color almendra, dueña de una sonrisa amplia y perfecta) y sus hijos (2 niños y una niña sumamente inquietos, pero también muy respetuosos), y luego se dirigió al asador para buscar la comida y servirla en la mesa.

Con la comida en la mesa, el anfitrión pidió la palabra e hizo la bendición de los alimentos allí dispuestos. Siendo sincero, esto último me sorprendió. No esperaba que una persona como él tuviera un gesto religioso como el que estaba presenciando, sin embargo, superada la sorpresa, me agradó.

El almuerzo duró poco más de una hora. Los niños saciaron su voraz apetito, terminaron su postre y, pidiendo permiso a su padre, se retiraron. Durante todo el almuerzo hablamos de trivialidades y parecía una comida entre amigos y familia, sin que se dijera nada fuera de lo común. Arcángel besó a su esposa y le susurró algo al oído, ella se despidió de nosotros y nos dejó solos a los 3.

Nuestro anfitrión bebió de su copa hasta ver el fondo y, con un semblante totalmente distinto al que nos mostró desde que llegamos, se dirigió a Nicolás:

- Amigo mío, necesito saber en qué te estas involucrando. Los rumores corren y no son buenos. Hay miedo entre tus colegas porque ven el agua turbia y vos no sos de esos que agitan las aguas innecesariamente. ¿Qué buscas? ¿A quién buscas?.- Dijo Arcángel con una voz profunda y fría. Su rostro nos mostraba preocupación.

- No puedo revelarte nada. Creo que es mejor que no lo sepas. Sólo puedo decirte que no voy por ellos, que aún no conozco mi nuevo objetivo y que te necesito para estar preparado. Amigo, por favor, te imploro silencio, discreción y confianza, necesito que confíes en mí y que me creas cuando te digo que este trabajo es distinto al resto. Me contrataron porque soy efectivo y porque mis manos ya están manchadas, como tantas otras veces, pero hoy estoy frente a una salida, quizás estés presenciando el comienzo de mi último trabajo. ¿Puedo contar con vos?.- Nicolás sonaba serio y sincero. Mi primo también se mostraba preocupado, él también había cambiado su actitud.

- Sabés que siempre podés contar conmigo. Tu pedido ya está en tu auto y si hay algo más que pueda hacer, bueno, te escucho.-

- Ya hiciste demasiado, amigo. Gracias por todo - Dijo mi primo con una sonrisa que parecía cargada de paz. Como si en un segundo toda preocupación que había evidenciado cambiara con la respuesta de Arcángel. Nicolás arrastró por la mesa un pedazo de papel prolijamente plegado y luego se puso de pié. Al ver esto, entendí que era el momento de irnos, por lo que hice lo mismo. - Creo que es hora de irnos. Gracias por tu tiempo y por tu hospitalidad. Salúdame a Silvina y a los niños, fue un gusto volver a verlos.-

- Más te vale que vuelvas y que te quedes más tiempo, o el mundo no será lo suficientemente grande para que te escondas de mí.- Arcángel se puso de pié casi de un salto y abrazó a Nicolás con todas sus fuerzas, mi primo le correspondió y lo palmeó 4 veces con tal firmeza que estoy seguro de que en la espalda de Arcángel se dibujó hasta el más ínfimo detalle de las manos de su amigo.

Mi reloj marcaba las 17.13 hs. En mi  retina aún estaba grabada la cálida despedida que tuvieron esos amigos, me pareció que quizás duró un poco más de lo necesario, pero ¿a caso es no es típico en las despedidas sentidas?. Pensaba en esto mientras nos dirigíamos hacia el auto y mis ideas se vieron interrumpidas cuando noté que el portón del galpón que divisé a nuestro arribo estaba ahora entre-abierto. Tardé unos segundos en entender la razón.

Fue una visita extraña para mí. Conocí a alguien a quien admiraba, lo vi cambiar frente a mis ojos, lo vi jugar el papel de padre, el de amigo, el de esposo, el de devoto creyente. Pero también vi el rol que lo hizo tan conocido: el del proveedor más importante, peligroso y serio. Es bien conocido que el Arcángel no mancha sus manos, él no se involucra directamente, pero conoce todo lo que sucede a su alrededor. Una palabra de más de su parte puede desatar una guerra y con la misma facilidad puede ponerle fin. Él no es un simple proveedor y es por eso que obtuvo su fama.

Desde el auto veía a los árboles pasar cada vez más rápido. El silencio reinaba y yo no podía evitar mirar de reojo (quizás con un poco de recelo) esa carpeta de tapas color verde que descansaba sobre el tablero.

1 comentario:

  1. Chan!
    Ayer me acordé todo el día de que se actualizaba la historia y no tuve ni un minuto para leer.

    Excelente. ¿Y entonces? :D

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